Como ya es habitual, se demoran las negociaciones en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), ámbito donde no logran establecer un precio de consenso para la hoja verde, a pesar del aumento en la demanda y la inflación.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) continúa siendo escenario de tensiones y desacuerdos en relación con el precio de la hoja verde -como ocurre todos los años-, un tema central en el ámbito de la producción de yerba mate. A pesar de la prórroga otorgada durante el mes de agosto para llegar a un acuerdo, las diferencias persisten y la incertidumbre se cierne sobre el sector.
La última fijación de precios dispuesta por el INYM estipulaba que el kilo de hoja verde debería costar 120 pesos en septiembre. Sin embargo, las industrias están abonando entre 150 y 160 pesos por kilo, e incluso en algunas zonas de la provincia de Misiones se llega a pagar hasta 170 pesos. Esta disparidad entre el precio fijado y el precio real refleja la creciente demanda de yerba mate tanto en el mercado interno como en la exportación.
Marcelo Hacklander, director del INYM por el sector de la producción, explicó que la situación actual responde a una evaluación del mercado, donde la demanda de yerba mate alcanzó cifras récord en consumo y exportación. Ante esta demanda creciente, las industrias están dispuestas a pagar más por la materia prima, lo que lleva a un aumento en el precio de la hoja verde en el mercado.
El conflicto radica en encontrar un equilibrio entre los intereses de los productores y las necesidades de las industrias. Los productores proponen un sistema de actualización mensual del precio de la hoja verde para mantenerlo acorde a la inflación y a la evolución del mercado. Sin embargo, la industria ofrece un valor que está por debajo de las expectativas de los productores y se aleja de la propuesta de actualización mensual.
Uno de los desafíos adicionales en esta negociación es la incertidumbre inflacionaria en Argentina, que dificulta la previsión de precios a largo plazo. Los productores estiman que un valor base cercano a los 200 pesos por kilo podría ser razonable, con la posibilidad de actualizarlo de manera regular. Sin embargo, hasta ahora, no se ha logrado un acuerdo en torno a esta propuesta.
La falta de consenso en el INYM llevó a que el conflicto se traslade nuevamente a manos del gobierno nacional, en busca de una solución que permita estabilizar el precio de la hoja verde de la yerba mate y brindar mayor certidumbre a los productores y la industria. En un contexto donde el consumo y la exportación de yerba mate se mantienen en alza, encontrar una tarifa justa se convierte en una prioridad para todo el sector.