Diego Fernández, de 27 años de edad, habló de su experiencia con la esterilización quirúrgica, una decisión que tomó luego de estar muy bien informado y de meditar a conciencia sobre el tema.
“Sé que si quiero tener un hijo en algún momento de mi vida, si tengo todos mis proyectos realizados, podría adoptar”, resumió Diego Fernández, un joven misionero de 27 años de edad que accedió a una vasectomía, una práctica de esterilización definitiva que se está haciendo más frecuente en el país en los últimos años.
En diálogo con Radio Up 95.5 Fernández se refirió a su experiencia con la vasectomía y defendió su decisión que no fue “tomada a la ligera”, insistiendo en que tener un hijo es un tema que debe tomarse con la mayor seriedad.
Consultado sobre la toma de la decisión, Fernández comentó: “No fue un proceso rápido ni lento, fue algo meditado, con tiempo, ya que una decisión así, no hay vuelta atrás. Tiene que ser bien pensada y no tomársela a la ligera. Fue por etapas, al principio surgió como un chiste, después me surgió la duda” respecto de los motivos por los que “no hay métodos anticonceptivos para hombres más allá del preservativo”, destacó el joven.
En esta línea, Fernández puso de relieve “la cantidad de métodos (anticonceptivos) que había para mujeres y los pocos que hay para hombres”.
“A partir de ahí investigué un poco y me definí por eso, No tuve miedo a los efectos secundarios, porque me informé bien, sobre lo que podía pasar después (de la operación), sobre cuál era el reposo antes, durante y después. Entonces no me dio miedo porque fue informado”, remarcó Fernández, aclarando que lo que encontró en internet, lo contrastó con profesionales, “porque puede haber información que no es verídica”.
De acuerdo con el joven, la intervención no fue traumática y tampoco el postoperatorio. “No fue doloroso, fue simple y en el mismo día pude (volver) a mi casa. La operación fue a la mañana y al mediodía se me pasó el efecto de la anestesia ya pude irme. Tenés que hacer un reposo de una semana, sin actividad sexual ni esfuerzo físico, para que no se abran los puntos (de sutura)”, indicó Fernández.
“En lo personal, no me afectó mucho. Después de una semana me fui a un control y todo estaba bien. Y después lo que seguía era esperar 3 o 4 meses, donde tenés que hacer un espermograma para ver si tenés espermatozoides vivos”, contó Fernández, añadiendo que con ese examen confirmando la esterilización, “de ahora en más, lo que sigue son hacer controles periódicos”.
Hasta el momento en que el espermograma da negativo –es decir, que no hay espermatozoides vivos– la persona no está esterilizada, pero “después de eso sí, cuanto más tiempo pase son menores las chances de que sea reversible”.
Al respecto, Fernández destacó que la operación que se realiza en Misiones, no es reversible. “Se dice que es reversible, pero acá (por la técnica empleada) no era reversible y en otros lugares sí”, detalló.
En cuando a los motivos por los que tomó la decisión de esterilizarse, Fernández explicó: “Como mucha gente de mi edad, o más chica, nunca tuve la idea de tener hijos. De chico no me agradaba y no tengo mucho ‘feeling’ con niños en general, ni siquiera con mi hermano cuando él era chico. No es que tenga un especial cariño por los niños”, argumentó el joven.
“Sé que si quiero tener un hijo en algún momento de mi vida, si tengo todos mis proyectos realizados, y estoy bien en lo sentimental, en lo económico, en lo emocional, y tengo tiempo (para la crianza) podría adoptar”, manifestó Fernández, y agregó: “no creo que pase”.
Consultado respecto de si consideraba que procrear podría ser un obstáculo para su proyecto de vida, Fernández sostuvo: “No sé si es un obstáculo, pero no me veo en condición de criar un hijo. Un hijo no es algo que debe tomarse a la ligera, así como no lo es, hacerse una operación definitiva que impide que tengas hijos biológicos. Siendo realista, entiendo que mucho de mi vida cambiaría si tuviera un hijo. Tendría que cambiar muchas cosas para las que hay que tener mucha fuerza. Por ahí hay gente que cambian muchas cosas si tienen un hijo. Hay que dejar el ego de lado, algo que por ahí es difícil, hoy en día”, reflexionó.
Por último, Fernández opinó que la mayor información, la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y la mayor apertura mental de los jóvenes, permite que avance la práctica de la vasectomía entre varones, aunque aclaró que no considera que en un futuro, la esterilización quirúrgica se volverá más frecuente.
“La gran cantidad de información que existe en internet, aunque no siempre es real, brinda una mayor apertura de cabeza a los jóvenes, con su por conocer cosas nuevas. Y que haya más ESI en distintos ámbitos y escuelas, eso ayuda a la apertura de cabeza. Aunque no sé si habrá más vasectomías porque podría haber más métodos anticonceptivos (masculinos)”, remarcó Fernández. Y agregó: “Vamos a tener gente mucho más informada, que es lo que espero”.