La temporada de polen y los efectos del viento impactan en el sistema inmune. Una lista de recomendaciones para aliviar los síntomas
La primavera es una estación esperada por muchos debido a su clima cálido y la explosión de colores en la naturaleza. Sin embargo, para algunas personas, la primavera también puede ser sinónimo de alergias estacionales. El aumento de polen en el aire durante esta temporada puede desencadenar síntomas incómodos como estornudos, picazón en los ojos, congestión nasal y más. En esta nota, exploraremos cómo cuidarse y disfrutar de la primavera a pesar de las alergias.
¿Por qué aumentan las alergias en primavera?
Las alergias en primavera son comunes debido al aumento de polen en el aire. Las plantas florecen y liberan polen para reproducirse, lo que puede ser un desencadenante de alergias en algunas personas. Los árboles, pastos y malezas son las fuentes más comunes de polen alergénico en esta temporada.
Los pólenes son muy livianos y en los días ventosos pueden desplazarse hasta varios metros de distancia. Asimismo, ante la presencia de ráfagas intensas, los frutos de los árboles caen al piso y explotan por choque osmótico, liberando sustancias bioactivas, azúcares, lípidos y hormonas.
En los alérgicos, estas sustancias invaden el sistema inmunológico desencadenando crisis de alergia y los síntomas cuando no son controlados comprometen la calidad de vida.
Síntomas de las alergias en primavera: Los síntomas de las alergias estacionales pueden variar de leves a graves e incluyen:
- Estornudos frecuentes.
- Picazón en la garganta y los ojos.
- Congestión nasal.
- Secreción nasal acuosa.
- Tos.
- Fatiga.
- Dificultad para respirar en casos graves.
Algunas recomendaciones (durante los días ventosos):
- Usar anteojos
- Usar mascarillas o tapabocas
- Evitar la actividades al aire libre los días en que la intensidad del viento sea mayor que los días normales
- Al regresar de la calle, se sugiere bañarse, lavar el cabello y cambiarse la ropa.
- Evitar secar la ropa al aire libre
- Ventilar los ambientes con prudencia
Cuidados en la Piel
Uno de los órganos que debemos cuidar, con más ahínco, durante esta estación, es la piel. Algunos consejos a tener en cuenta:
1. Protección Solar Constante: Con la primavera, la exposición al sol tiende a aumentar. Es crucial utilizar protector solar diariamente, incluso en días nublados. Opta por un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 y aplícalo 30 minutos antes de salir al aire libre. No te olvides de reaplicarlo cada dos horas y después de nadar o sudar.
2. Hidratación Continua: La transición de las estaciones puede desencadenar cambios en la hidratación de tu piel. Asegúrate de mantenerla bien hidratada utilizando una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel. Considera productos con ingredientes como el ácido hialurónico para una hidratación profunda.
3. Limpieza y Exfoliación: Limpia tu piel suavemente todas las noches para eliminar el maquillaje, el exceso de grasa y las impurezas. La exfoliación regular (una o dos veces por semana) ayuda a eliminar las células muertas y a mantener una piel suave y radiante.
4. Atención a las Alergias Cutáneas: La primavera también puede desencadenar alergias cutáneas debido al aumento de polen en el aire. Si notas irritación o enrojecimiento inusual en tu piel, consulta a un dermatólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
5. Cambia tu Rutina de Cuidado de la Piel: A medida que cambian las estaciones, es posible que tu piel necesite una rutina de cuidado diferente. Añade productos con antioxidantes como la vitamina C para proteger tu piel de los daños causados por los radicales libres.
6. Protege tus Labios: Los labios también pueden verse afectados por la primavera. Utiliza un bálsamo labial con protección solar para evitar la sequedad y las quemaduras solares.
7. Cuida tu Alimentación: Una dieta equilibrada rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos omega-3 puede contribuir a una piel más saludable. Consume frutas y verduras frescas, y asegúrate de mantener una adecuada hidratación a través de la ingesta de agua.
8. Evita Duchas Calientes Excesivas: Las duchas calientes pueden eliminar los aceites naturales de la piel, lo que puede llevar a la sequedad. Opta por duchas tibias y utiliza jabones suaves.