Alma, una niña de Rawson, Chubut, decidió desprenderse de su muñeca favorita para enviársela a “otra amiga” y hacerla feliz.
En medio del desastre provocado por el temporal que azotó Bahía Blanca, una historia de generosidad infantil conmovió a quienes trabajan en la recolección de ayuda para los damnificados.
El padre de Alma, empleado de Vialidad Nacional en Rawson, se sumó a una colecta organizada por sus compañeros para ayudar a las víctimas de las inundaciones en Bahía Blanca y sus alrededores.
Cuando preparaban los elementos para enviar, se encontró con un gesto inesperado: su hija había colocado en la mochila que él entregaría su muñeca preferida, junto con algunos de sus útiles escolares más preciados. Además, Alma escribió una carta dirigida a quien recibiera su donación.
“Hola amiga: espero que seas feliz con los útiles para ir a la escuela; te lo mando desde Rawson-Chubut”, escribió la niña con lápiz negro y una letra prolija.
También agregó: “Te mando una muñeca, así tenés para jugar también. Muchos besos para vos y tu familia”.
Junto a las palabras de cariño, Alma dibujó a una niña sonriente, un cielo azul pintado con témpera y un sol brillante, sin rastros de tormenta, reflejando su deseo de esperanza en medio de la tragedia.
Una colecta urgente ante una catástrofe
Bahía Blanca sufrió en la madrugada del viernes pasado un temporal devastador: en pocas horas cayeron 350 milímetros de agua, más de la mitad de la lluvia que cae en todo un año, lo que provocó inundaciones masivas, destrucción y la trágica pérdida de al menos 16 vidas. Aún hay personas desaparecidas, entre ellas las hermanitas Hecker, y miles de familias han sido evacuadas, con barrios enteros todavía anegados.
Ante la emergencia, la solidaridad se activó en todo el país. En Rawson, los trabajadores de Vialidad Nacional se movilizaron tras conocer de primera mano la difícil situación en la localidad bonaerense de General Cerri, cercana a Bahía Blanca.
“Un compañero perdió contacto con sus padres, que están en General Cerri, por lo que en la madrugada del domingo él viajó para allá”, contó Ezequiel Jones, empleado del organismo en Chubut.
Recién dos días después lograron comunicarse con su colega, quien les relató la gravedad del panorama en la zona. “Nos explicó la situación y todo lo que están viviendo allá. También nos dijo que muchas de las donaciones se concentran en Bahía Blanca y a ellos no les llega mucho”, comentó Jones.
Con esta información, el grupo de trabajadores organizó una colecta de ropa, colchones, alimentos, útiles escolares, velas e insecticidas, insumos que se han vuelto indispensables tras la catástrofe. Además, planean cubrir entre todos los gastos de un transporte privado que lleve las donaciones hasta General Cerri, donde su compañero y un grupo de vecinos las distribuirán entre los damnificados.
La campaña sigue abierta a la comunidad, y quienes deseen colaborar pueden acercar su donación al taller de Vialidad Provincial en Rawson, entre las 8 y las 18 horas. El objetivo es completar la carga de un camión para enviarlo al sur bonaerense entre el viernes y el sábado.
Mientras las ayudas se organizan y se multiplican, el gesto de Alma sobresale por su ternura y su enseñanza: la solidaridad no entiende de edades y puede reflejarse en los actos más pequeños, como el de una niña que decidió compartir su muñeca favorita para dar un poco de alegría en medio del dolor.