El posible acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos está en discusión, pero aún enfrenta numerosos obstáculos.
Así lo afirmó Darío Benítez, asesor económico, quien explicó en detalle las dificultades y oportunidades de una alianza comercial con el país norteamericano.
“Es una propuesta que está sobre la mesa”, aseguró Benítez en diálogo con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5, aunque aclaró que “hay que ser realista de que hay muchos pasos y acuerdos previos”. Según el especialista, Argentina forma parte del Mercosur, y “para salir de ese acuerdo, el gobierno necesitaría el visto bueno del Congreso con mayoría absoluta legislativa, que es bastante complicado que lo consigan”.
Además, Benítez advirtió que Estados Unidos “está con una cuestión un poquito más proteccionista en este momento”, lo que se traduce en medidas arancelarias que afectan a la Argentina. “Por ejemplo, en cuanto a aceros y a empresas como Techint, que trabajan allá, les han tocado aranceles más altos y el mes que viene entrarán aranceles de hasta el 25%”.
¿Libre comercio o reciprocidad?
Benítez señaló que “hoy por hoy, lo más probable es que se dé un acuerdo de lo que se llama reciprocidad comercial”. Esto significa que Argentina y Estados Unidos se aplicarían los mismos aranceles en determinados productos. Sin embargo, el especialista advirtió que “nosotros no podemos competir en el mismo mercado si no tenemos las mismas condiciones”.
Por ejemplo, en sectores como la minería, la metalurgia y la ganadería, ambos países tienen una producción fuerte, lo que dificulta la competitividad argentina. “Más allá de todos los costos de exportar, tenemos muchas cuestiones impositivas que resolver antes”, explicó.
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El rol del Mercosur y las trabas comerciales
El Mercosur, según Benítez, impone restricciones a acuerdos individuales. “Si uno de los países se adhiere, tienes que esperar que todos los demás se adhieran. Si uno de los países se baja, tienes que considerar que los demás países del bloque se bajen de ese acuerdo”, dijo. Esto ya generó fricciones con Uruguay y la Unión Europea.
Otro desafío son los requisitos que imponen mercados como Estados Unidos y la UE: “Hay que cubrir permisos de exportación, cuestiones sanitarias, de empaque y de acondicionamiento de productos”.
Según Benítez, “Estados Unidos prefiere tener un acuerdo directo, pero no depender completamente de lo que pase con el Mercosur”. Una de sus principales preocupaciones es la competencia con China. “Están abriendo su cartera de inversiones para que China no se les cruce en el camino y se les adelante”, afirmó.
A pesar de esto, Benítez se mostró cauteloso sobre los beneficios que podría traer un acuerdo de este tipo. “Si ya vemos que, por ejemplo, en metalurgia no nos han bajado los aranceles, sino que los han aumentado, es un indicador de que no necesariamente será beneficioso para nosotros”.
El especialista dejó en claro que aún falta mucho por definir. “Ojalá Estados Unidos siga con esta postura», afirmó, pero subrayó que “tanto para nosotros como para ellos, estos acuerdos de reciprocidad tienen que pasar por su propio Senado”.