Frente a la ola de calor que azota a la población, en Radioup tuvimos una charla con Fernanda Franco Tognon, médica especialista en diagnostico por imágenes, trabaja en el hospital y en varios sanatorios.
Quién nos brindó una serie de recomendaciones para proteger la salud de la población, con especial atención en los grupos más vulnerables como bebés, niñas y niños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Respecto a las recomendaciones Fernanda expresó que: “es muy importante hidratarse, tomar agua con mayor frecuencia de lo habitual, por más que uno no tenga sed, que sobre todo esa agua sea segura, potable. Tratar de evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, ya sean muy frías o muy calientes”.
Que logremos incorporar muchas frutas, verduras en la alimentación cotidiana, no ingerir comidas en abundancia, evitar realizar actividad física intensa, mermar los esfuerzos, cuidarse de los golpes de calor.
Fernanda hizo hincapié respecto a los cuidados en cuanto a los más chicos y adultos mayores: “hay que evitar esperar requieran agua, continuamente ofrecerles líquidos, si es agua o jugos naturales mucho mejor, si son lactantes lo que se recomienda es darles el pecho de manera frecuente.”
Debido a la constante exposición se debe vestir con ropa holgada, en lo posible liviana, de textura algodón, y con colores claros, ya que los colores oscuros atraen los rayos UV. Evitar la exposición al sol, sobre todo de 10 a 17 horas.
Continuó diciendo que debemos prestar atención a signos de alerta como: “sed intensa y sequedad en la boca, las altas temperaturas mayores a 39 grados, una sudoración excesiva, la sensación de calor sofocante, si nuestra piel está seca, agotamientos, mareos o desmayos, los dolores de cabeza, de estómago, posible falta de apetito, náuseas o vómitos, estar muy atentos a estos signos”
Para finalizar, Fernanda recomienda el cuidado de lo que ingerimos, “en los alimentos debemos mantenerlos en la heladera aquellos que puedan echarse a perder debido al intenso calor, chequear la temperatura y control del buen funcionamiento de la heladera, arrojar a la basura cualquier alimento que pueda haber perdido la cadena de frío, o si dudamos de su condición, observar su olor, color o textura. Mantengamos los alimentos que pueden estar fuera de la heladera en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor.”


