El barrio Néstor Kirchner de la capital misionera atraviesa una grave crisis de abastecimiento de agua potable, el cual lleva extendiéndose desde hace varios meses.
“Con estos calores, estamos sin agua desde enero prácticamente”, expresó con preocupación. En un inicio, el agua llegaba de manera intermitente durante la noche, permitiendo llenar los tanques, pero la situación fue empeorando. “Ahora no llegan a cargar los tanques y hay que estar atento en qué día, en qué horario del día se puede cargar algún tacho, algún balde, algún tambor para abastecerte de agua”, explicó.
El problema de fondo radica en que la infraestructura del barrio no ha crecido al mismo ritmo que su población. “Cuando el barrio se creó eran 50 viviendas. Ahora son más de mil casas. Entonces la bomba que estaba planeada en un primer momento comenzó a fallar, se fue deteriorando, no daba abasto”, contó Soledad.
Según su testimonio, hace seis años las autoridades prometieron instalar medidores para regularizar la conexión de agua, pero nunca cumplieron. “Cuando vino SAMSA, nos dijeron que debíamos hacer los trámites. Yo los hice hace unos seis años atrás, más o menos cuatro o seis años”, recordó. A pesar del tiempo transcurrido, los medidores nunca fueron colocados.
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La crisis se agrava ante el inicio del ciclo escolar, ya que en el barrio funcionan una escuela primaria, una secundaria y un NENI (Nivel Inicial). “Hace más de un mes que estamos sin agua, van a empezar las clases… Lo más probable es que si no hay abastecimiento de agua, directamente no haya clases”, advirtió la vecina.
Mientras las autoridades no ofrecen soluciones concretas, los vecinos continúan organizándose como pueden para conseguir agua. Sin embargo, el panorama es cada vez más complicado: “Si uno se pone a pensar, diríamos que es hasta prácticamente insalubre”, concluyó Soledad.
Te dejamos la entrevista completa: