El presidente Javier Milei instó al gobernador bonaerense Axel Kicillof a renunciar, tras los recientes hechos de inseguridad en la provincia, y planteó la posibilidad de una intervención federal. La discusión se intensificó tras el asesinato de Kim Gómez, la niña de siete años que falleció en La Plata durante el robo de un vehículo.
A través de su cuenta en X, Milei argumentó: “Dado que la Provincia es un baño de sangre, y nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta y usted claramente no puede resolverlo, si le interesa el bienestar de los bonaerenses córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la Provincia. En un año nosotros vamos a terminar con la violencia”.
Condiciones para la intervención federal
La intervención federal de una provincia es un mecanismo contemplado en el artículo 6º de la Constitución Nacional, que permite al Poder Ejecutivo nacional tomar el control de un distrito en casos excepcionales. Solo tres causas justifican esta decisión: garantizar la forma republicana de gobierno, repeler invasiones exteriores o intervenir a solicitud de las autoridades provinciales para reestablecer el orden.
El procedimiento debe ser aprobado por el Congreso Nacional, salvo que este se encuentre en receso, caso en el cual el Presidente puede disponerla de manera excepcional, sujeta a ratificación legislativa posterior. No obstante, se trata de una medida de alto riesgo político, ya que afecta la autonomía de las provincias.
Precedentes históricos
Desde el regreso a la democracia en 1983, varias provincias fueron intervenidas:
- Tucumán (1991): el presidente Carlos Menem desplazó al gobernador José Domato y nombró como interventor a Julio César Aráoz.
- Catamarca (1991): tras el asesinato de María Soledad Morales, la crisis política derivó en la intervención de la provincia y la salida del gobernador Ramón Saadi.
- Santiago del Estero (1993 y 2004): la primera intervención ocurrió tras el estallido social conocido como el “Santiagueñazo”, y la segunda, bajo el gobierno de Néstor Kirchner, se justificó por denuncias de espionaje y abusos de poder.
Históricamente, la intervención federal ha sido una herramienta utilizada con frecuencia: entre 1853 y 1976 se registraron 174 intervenciones provinciales. Sin embargo, la reforma constitucional de 1994 limitó este mecanismo.
Un debate político y constitucional
El constitucionalista Daniel Sabsay consideró que la intervención federal solo procede si se prueba que la forma republicana de gobierno está en peligro, algo que aún no se ha demostrado en Buenos Aires. Por su parte, Gregorio Badeni señaló que, a lo largo de la historia, muchas intervenciones fueron motivadas por razones políticas más que institucionales.
En este contexto, La Libertad Avanza (LLA) necesitaría reunir mayorías en ambas cámaras del Congreso para avanzar en una intervención sobre Buenos Aires, un escenario que no tiene garantizado.
La respuesta de Kicillof
El gobernador bonaerense respondió a las críticas del Presidente y se mostró dispuesto a dialogar sobre el problema de la inseguridad. Sin embargo, acusó al oficialismo de utilizar estos hechos con fines electorales: “Utilizan el dolor de la gente para ganar un voto”. Además, responsabilizó a la Justicia por la liberación del principal sospechoso del crimen de Kim Gómez: “Ya lo habíamos detenido en febrero y lo liberaron. Es un caso para discutir sobre la aplicación de la ley”.
El debate sobre la seguridad en Buenos Aires continúa abierto, con la intervención federal como un tema que divide aguas en la política nacional.
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(Fuente: Infobae)