El panorama en la ciudad muestra que, a diferencia de años anteriores, el tradicional guardapolvo fue reemplazado en muchas escuelas por uniformes que incluyen diversas prendas, como chombas, pantalones, camisas y polleras.
En el inicio de cada ciclo escolar, uno de los temas que más preocupa a las familias es la compra de uniformes escolares. Andrea Larsen, propietaria de El Garage, un local especializado en la confección de uniformes escolares en Posadas, compartió en diálogo con Radio Up 95.5 su experiencia sobre las tendencias actuales en cuanto a la demanda, los costos y los desafíos que enfrentan tanto las familias como las empresas de confección.
El panorama en la ciudad muestra que, a diferencia de años anteriores, el tradicional guardapolvo fue reemplazado en muchas escuelas por uniformes que incluyen diversas prendas, como chombas, pantalones, camisas y polleras. Esta transición está presente tanto en escuelas públicas como privadas, lo que ha modificado las necesidades de los consumidores. Larsen destacó: “hoy en día, el uniforme escolar incluye más opciones, lo que impacta directamente en el bolsillo de las familias”
Según la empresaria, el mes de febrero es clave para las compras, ya que las familias acuden al negocio para adquirir las prendas necesarias antes del comienzo de clases. En cuanto al tiempo de anticipación, Andrea explicó que hay dos tipos de compradores: “algunos vienen antes de las vacaciones, incluso en diciembre, mientras que otros esperan hasta dos semanas antes del inicio de clases”. Esta diferencia se nota tanto en las familias que se preparan con anticipación como en aquellas que gestionan las compras de último momento.
Uno de los aspectos más destacados en el proceso de compra es la participación de toda la familia. “Suelo ver que vienen la familia completa: papá, mamá, los chicos, e incluso a veces la abuela. Todos opinen sobre qué comprar”, comentó Andrea, reflejando la dinámica que caracteriza las compras de uniformes en la actualidad.
En cuanto a los costos, Larsen detalló que el ajuste en los presupuestos familiares ha cambiado las compras de uniformes. “Actualmente, las familias renuevan solo lo necesario, eligiendo una o dos prendas. Por ejemplo, si necesitan una chomba o un pantalón, lo compran, pero no se extienden a más”, comentó. Aunque, recordó que en años anteriores la compra de varios conjuntos era más común.
Respecto a los aumentos de precios, la propietaria de El Garage indicó que a pesar de la inflación, el negocio ha logrado mantener los precios estables desde noviembre del año pasado. “No hemos subido los precios, y para acompañar la situación económica, ofrecemos un descuento del 20% en efectivo”, afirmó. En cuanto a los precios específicos, mencionó que las chombas tienen un costo que va desde los 32.000 hasta los 35.000 pesos, dependiendo del talle. “Lo que varía es el talle, no los materiales. Por ejemplo, un talle XL tiene un precio más elevado que uno más pequeño”, explicó.
A pesar del ajuste económico, el negocio sigue siendo una opción accesible para las familias, especialmente aquellas que necesitan renovar el uniforme de sus hijos. Andrea también mencionó que la venta de abrigos, aunque no es tan frecuente en febrero, se intensifica hacia abril y mayo, cuando empieza a refrescar.
Una tendencia que fue en aumento en los últimos años son los uniformes personalizados para los últimos años de la escuela secundaria. Muchos colegios permiten que los estudiantes de quinto año diseñen su propio uniforme, con detalles como colores y bordados especiales. “Algunos colegios incluso permiten que se cambien los uniformes completos, con chombas y pantalones personalizados”, explicó Larsen, quien agregó que este tipo de pedidos generalmente se realizan a partir de julio, con la mayoría de las consultas llegando entre octubre y noviembre.
Este fenómeno refleja no solo un cambio en las necesidades de las familias, sino también un desafío para los comercios locales que, como El Garage, deben adaptarse a las demandas de los consumidores. Como concluyó Andrea, “la industria de los uniformes sigue evolucionando, y cada vez es más importante estar atentos a las necesidades de las familias”.
Este panorama de compras de uniformes refleja cómo, en cada inicio de ciclo escolar, las familias enfrentan no solo los gastos de útiles, sino también los costos de un uniforme que se ha diversificado, tanto en prendas como en precios, y que afecta el presupuesto familiar, sobre todo en tiempos de inflación.