El COVID-19 sigue siendo hoy una amenaza para la salud de la población en todo el mundo, según advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Argentina se registró en el mes de agosto un crecimiento del 150% de casos.
Se reportaron más de 769 millones de casos de COVID en el mundo, desde el inicio de la pandemia diciembre del 2019. En la Argentina, los casos de personas con el diagnóstico de COVID han aumentado en el último mes, aunque no son valores tan altos como los que había durante las olas de 2021 y 2022.
Se registró una suba de más del 150 % en los casos confirmados registrados semanalmente si se compara la segunda semana de julio con la segunda de agosto, según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación.
Los casos, en realidad, podrían ser muchos más de los notificados porque no todas las personas tienen síntomas y no todos los afectados hoy se testean.
Durante el mes de julio, el porcentaje de positividad se mantiene por encima del 10% y en ascenso, especificaron los epidemiólogos del ministerio de salud de la nación. Mientras que en la primera semana de agosto superó el 16%. El porcentaje de positividad se calcula con el número de casos confirmados y el número de test realizados.
La suba de casos del COVID hizo que el coronavirus volviera a ser el patógeno predominante por sobre otros virus respiratorios que se monitorean, como el virus de la gripe y el virus sincicial respiratorio (que causa la bronquiolitis).
Tras el aumento de casos de COVID, el Ministerio de Salud de la Nación instó a fortalecer la vigilancia epidemiológica del coronavirus y de otros virus respiratorios en casos hospitalizados y en las Unidades de Monitoreo Ambulatorio que se encuentran en todas las jurisdicciones del país.
También volvió a llamar la atención sobre la importancia de estar con las vacunas contra el COVID al día. Todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben contar con al menos el esquema primario completo y un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses. El intervalo mínimo entre refuerzos y entre el esquema primario y la dosis de refuerzo es de 4 meses.
La aplicación de las dosis de refuerzos se estratifica según el grado de riesgo de tener enfermedad grave. Se considera que tienen riesgo alto de COVID-19 grave, todas las personas de 50 años o mayores y personas gestantes, todas las personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida. En esos casos, se deben aplicar una dosis de refuerzo a los seis meses desde la última dosis aplicada y continuar con la misma periodicidad.
En tanto, tienen riesgo intermedio las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas, obesidad), personal de salud y personal estratégico. Deben recibir dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar con periodicidad anual.
Las personas entre 6 meses y 49 años inclusive sin comorbilidades se consideran en riesgo bajo. Deben aplicarse una dosis de refuerzo a los 12 meses desde la última dosis aplicada y continuar con periodicidad anual.
Cómo cuidarse del COVID-19
Además de aplicarse las vacunas, es importante tomar también las siguientes medidas de prevención:
– Mantener la ventilación adecuada de los ambientes
– Lavarse frecuente y adecuadamente las manos con agua y jabón
– Cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar, lavarse las manos inmediatamente
– Descartar los pañuelos de papel inmediatamente después de usarlos
– No compartir artículos personales como vasos, cubiertos y utensilios
– Las personas enfermas deberán permanecer en su casa y evitar actividades laborales, educativas o la concurrencia a lugares públicos hasta que hayan transcurrido al menos 24 horas de la desaparición de la fiebre
(Fuente: Infobae)