En el umbral de un nuevo año, el campo argentino se enfrenta a una mezcla de incertidumbre y esperanza.
Carola Urdangarin, periodista agropecuaria con amplia experiencia en la cobertura de temas agroindustriales, dialogó con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5 y analizó las expectativas y proyecciones para el sector agropecuario en 2025. En sus declaraciones, abordó desde la situación de las retenciones hasta el impacto de la desregulación en diferentes sectores.
“El campo nunca es uno solo”
La periodista explicó que, al hablar del «campo», se está refiriendo a un conjunto de realidades completamente diferentes entre sí. “El campo en Misiones no se le parece nada al campo que conozco yo, que nací en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires”, aclaró.
Para Urdangarin, hablar del campo en general es un ejercicio complejo, ya que cada región tiene sus propios desafíos. “En definitiva, siempre hablamos todos del campo, pero es tan diverso que no podemos referirnos a él de una sola forma. La agricultura en el norte no es igual a la del centro o sur del país”, reflexionó.
La situación de las retenciones
Una de las cuestiones clave que marcarán el 2025 es la política de retenciones a las exportaciones. Urdangarin expresó su visión sobre las complicaciones que atraviesa el sector agropecuario desde hace años. “Este año fue muy complejo para el campo en general. Por un lado, la inflación subió, aunque se desaceleró en la segunda mitad del año. El dólar se mantuvo planchado, lo que trajo expectativas complicadas para los productores”, comentó, refiriéndose a la situación económica general del país.
“Además, los precios internacionales de los productos agrícolas, que habían sido altos en 2022, comenzaron a bajar y tocaron su piso más bajo en años hacia diciembre del año pasado”, explicó, mostrando su preocupación por los efectos de la caída de los precios internacionales en los ingresos de los productores.
La periodista detalló que, a pesar de esta caída, los insumos no dejaron de ser caros, lo que resultaba en un ciclo económico desfavorable para los productores. “Sembrar era caro, y lo que se cosechaba no alcanzaba para cubrir los costos. Muchos productores se encontraban en una situación difícil”, señaló.
Sin embargo, destacó un giro positivo con la reciente baja temporal de las retenciones. “Finalmente, el gobierno decidió reducir las retenciones, algo que el campo venía pidiendo desde hace años. El porcentaje de retenciones que se le aplica a la soja, por ejemplo, es altísimo, un 33%. Ya con ese 33% menos, el productor se encuentra en una situación mucho más favorable”, comentó.
La implementación de la medida
Aunque la noticia fue recibida con cierto alivio por muchos, Urdangarin se mostró cautelosa sobre su implementación. “La medida de bajar las retenciones es positiva, pero hay muchos signos de pregunta. Por ahora, se estableció que será una medida temporal hasta junio, y eso deja incertidumbres sobre cómo afectará realmente al productor”, reflexionó.
Además, subrayó que la medida debe ser efectiva en su implementación para lograr los resultados esperados. “Los exportadores tienen que liquidar rápidamente las divisas, y hay muchas cuestiones técnicas que pueden hacer que la medida no tenga el impacto que se espera”, añadió, dejando claro que el escenario sigue siendo incierto.
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Desregulación y consecuencias
Urdangarin también hizo referencia a otro tema clave: la desregulación del mercado agropecuario, que se implementó con rapidez en varios sectores. “Soy crítica con el gobierno en ese punto. Se apuraron a desregular, lo hicieron muy rápido. Y lo curioso es que desregularon algunos mercados donde la situación es más crítica, y dejaron otros más regulados, como la agricultura”, opinó.
Uno de los ejemplos que citó fue la desregulación en el mercado de la yerba mate. “Con la desregulación del mercado de la yerba, los productores quedaron desprotegidos. No tenían precio mínimo, y en un momento de sobreoferta, el precio cayó muchísimo. Los productores no tuvieron rentabilidad”, señaló Urdangarin. A su juicio, el Estado podría haber tenido un rol más activo en la regulación de ese mercado para evitar que la sobreoferta afectara la rentabilidad de los productores.
“Es irrisorio pensar que los productores de yerba mate están reclamando que les paguen 190 pesos por kilo de hoja verde. El Estado podría haber intervenido en ese caso, pero se desentendió”, opinó, criticando la falta de regulación en algunos mercados claves.
Las economías regionales y sus expectativas
Otro aspecto importante de la entrevista fue la mirada de Urdangarin sobre las economías regionales. “Las economías regionales tienen la virtud de encontrarse con una eliminación permanente de las retenciones, algo que no ocurre con otros sectores más grandes, como la soja o el maíz”, explicó.
Sin embargo, también advirtió que la eliminación de las retenciones no resolvería todos los problemas de estas economías. “¿Les va a solucionar todos los problemas? No. Pero sí es un alivio importante para muchos productores”, comentó, haciendo énfasis en que, en algunos casos, las economías regionales enfrentan altos costos que siguen afectando su rentabilidad.
Un caso positivo que mencionó fue el de la industria láctea, que experimentó un repunte gracias a la eliminación temporal de las retenciones. “La industria lechera es un buen ejemplo. Cuando el gobierno eliminó las retenciones, la exportación de leche aumentó y los productores comenzaron a ganar rentabilidad. Los tamberos pudieron recuperar algo de lo perdido durante la sequía”, explicó Urdangarin, destacando los beneficios que generó la eliminación temporal de las retenciones.
Trazabilidad electrónica: un tema pendiente
En cuanto a la trazabilidad electrónica, una medida que el gobierno había planificado para implementarse en 2025 y que ahora se postergó hasta 2026, Urdangarin expresó su opinión. “La trazabilidad electrónica es una medida positiva. Permite que los consumidores en otros países conozcan cómo fue criado el ganado que están comprando, lo que ayuda a mejorar la competitividad de la carne argentina2, señaló.
Sin embargo, la periodista también reconoció que el gobierno decidió postergar la medida debido a problemas con la empresa encargada de proveer las caravanas electrónicas. “El gobierno había planeado que fuera obligatorio, pero ante la imposibilidad de cumplir con los plazos, se pospuso para 2026. No es una medida urgente, pero es una tendencia que Argentina no puede dejar pasar”, añadió.
Los desafíos de las provincias
Finalmente, Urdangarin analizó el rol de las provincias en el sector agropecuario, especialmente en situaciones como las que enfrentan los productores tabacaleros en algunas regiones. “Da la sensación de que el gobierno ha dejado a las provincias decidir por sí solas en muchos casos. El sector tabacalero, por ejemplo, está pasando por dificultades y parece que las respuestas no están llegando”, apuntó.
Con una visión crítica pero esperanzada, Carola Urdangarin ve un 2025 lleno de desafíos para el campo argentino, pero también con oportunidades si las políticas implementadas logran impactar positivamente en los productores. “Ojalá que, al final, esta baja de retenciones sea efectiva. Y aunque no resolverá todos los problemas, sin duda será un alivio para muchos”, concluyó.