En diálogo con Radio Up 95.5, el contador público nacional Nicolás Bordón, explicó cómo estos ajustes afectan a los contribuyentes y la importancia de mantenerse al día con la recategorización.
El contador público nacional Nicolás Bordón brindó detalles sobre las recientes modificaciones en el régimen de monotributo, haciendo especial hincapié en los plazos y las nuevas escalas. En este sentido, señaló que, a diferencia de años anteriores, ahora la recategorización se realiza dos veces al año, cada seis meses. En esta oportunidad, el plazo para cumplir con este trámite vence el 5 de febrero.
“Antes, la recategorización era una vez al año, pero con las últimas modificaciones se hace cada seis meses. Esto permite ajustar las categorías según los ingresos recientes de los contribuyentes”, destacó.
“Si alguien no se recategoriza por decisión propia, el ARCA a través de un oficio, lo hace automáticamente al observar los ingresos brutos que tuvo el contribuyente. Por ejemplo, si alguien está en la categoría A y debería pasar a una superior, el sistema lo ajustará y notificará al contribuyente por correo electrónico”.
Las actualizaciones también incluyeron un ajuste en los montos de las categorías. Según detalló Bordón, la categoría A permite ingresos brutos de hasta $7.813.063,45, mientras que la categoría más alta, la K, alcanza los $82.370.281,28.
“El monotributo social, destinado a quienes tienen facturaciones más bajas, continúa existiendo y no requiere recategorización mientras sus ingresos no superen los montos de la categoría A”, aclaró.
Al ser consultado sobre posibles modificaciones estructurales en el sistema tributario, Bordón aseguró que no se registraron grandes cambios esenciales en el funcionamiento del sistema, aunque sí algunos ajustes operativos.
“Por ejemplo, ahora es obligatorio presentar primero el libro de IVA antes de la declaración jurada, algo que antes no era indispensable. Sin embargo, en esencia, el sistema sigue igual”, señaló.
Para evitar errores y posibles sanciones, Bordón subrayó la importancia de contar con la asesoría de un contador. “Aunque uno pueda tener conocimientos básicos, el contador tiene las herramientas para verificar qué se debe hacer y cómo proceder correctamente”, concluyó.