Los actores de Hollywood están en huelga por primera vez en 43 años.
La medida le ha puesto un freno al negocio del cine y de la televisión estadounidense y responde, en parte, a los temores que ha generado el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la industria.
Screen Actors Guild (Sindicato de Actores de Cine), más conocido por sus siglas en inglés: SAG-AFTRA, no logró llegar a un acuerdo en Estados Unidos para conseguir una mejor protección de sus miembros frente a la IA.
Esa organización también advirtió que «la inteligencia artificial representa una amenaza existencial para las profesiones creativas».
Señaló que los estudios habían pedido tener la facultad de escanear los rostros de los extras a cambio del pago por un día de trabajo y así poder poseer y usar su imagen «por el resto de la eternidad, en cualquier proyecto que quieran, sin consentimiento y sin compensación«.
Si eso suena como la trama de un episodio de Black Mirror, de Charlie Brooker, es porque lo es.
Los medios estadounidenses han señalado que el reciente episodio de la sexta temporada de la serie, «Joan Is Awful» («Joan es horrible»), muestra a la estrella de Hollywood Salma Hayek lidiando con el descubrimiento de que su imagen de IA puede ser utilizada por una productora sin su consentimiento.
Y no solo SAG-AFTRA está preocupado por la llamada «clonación de rendimiento«.
Fuera de EE.UU.
Liam Budd, del sindicato británico Equity, dijo: «Estamos viendo que esta tecnología se usa en una variedad de cosas como audiolibros automatizados, doblajes de voz sintetizados, avatares digitales para videos corporativos o también en los deepfakes que se usan en películas».
Budd señaló que había «miedo circulando» entre los miembros de Equity y que el sindicato estaba tratando de educarlos para que comprendieran sus derechos en este mundo en rápida evolución.
Justine Bateman.
A principios de este año, la cineasta y escritora Justine Bateman, le dijo a la BBC que no creía que la industria del entretenimiento necesitara de la IA en absoluto.
«La tecnología debería resolver un problema y aquí no hay un problema que aquellos que usan IA estén resolviendo. No nos faltan escritores, no nos faltan actores, no nos faltan cineastas, así que no necesitamos IA», señaló.
«El problema que soluciona es para las corporaciones que sienten que no tienen márgenes de ganancia lo suficientemente amplios, porque si puede eliminar los gastos generales de tener que pagarle a todos, puedes apaciguar a Wall Street y tener mejores reportes de ganancias”.
«Si prolifera el uso de IA, la industria del entretenimiento destruirá toda la estructura de este negocio».
Preocupaciones
Tal vez sea solo una cuestión de tiempo antes de que ChatGPT o Bard puedan llegar a crear un guión innovador para una película o convertir una idea en un guión de gran éxito.
Algunos dicen que la IA siempre carecerá de la humanidad que hace que un guión de una película sea excelente, pero existen preocupaciones legítimas de que dejará a los escritores sin trabajo.
«Es extraño para mí que tu cara y tu voz estén menos protegidas que tu auto, tu computadora portátil, tu teléfono, tu casa o tus libros, pero ese es el estado de la ley hoy».
“Y eso es porque no pensamos lo vulnerables que somos, tan vulnerables que nuestra imagen puede ser reutilizada e imitada con tecnologías de IA”, dijo.
(Fuente: BBC)