El atentado a las Torres Gemelas no solo causó 2977 muertos, también una herida en la autopercepción de la principal potencia mundial. El presidente Joe Biden asistió a una ceremonia en una base militar en Anchorage, mientras que la vicepresidente, Kamala Harris se unirá al acto en la plaza del Museo y Memorial Nacional.
El 11 de septiembre de 2001, a las 8.46 de la hora del este de Estados Unidos, un avión fue estrellado deliberadamente contra la torre norte del complejo Wall Trade Center en la ciudad de Nueva York. El inicio de un atentado que marcaría un antes y un después en el país norteamericano.
“No importa cuánto tiempo haya pasado. Estas conmemoraciones traen todo a la memoria de una forma dolorosa, como si hubieran recibido la noticia hace unos segundos”, reza uno de los carteles que se encuentran en el espacio memorial .
El aniversario del atentado siempre ensombrece el clima en el país norteamericano. Las generaciones más grandes recuerdan qué hacían en el momento exacto en el que se enteraron de que los aviones habían impactado contra las Torres Gemelas. Las más jóvenes lo aprenden en las clases de historia y lo buscan en Google. Para todas, es el momento en el que algo cambió.
La seguridad pasó a ser extrema, desde los controles en los aeropuertos hasta las escuchas de parte de la Agencia de Seguridad Nacional. Se incrementaron los crímenes de odio contra las personas de Medio Oriente y de origen asiático en general: el primer asesinato reportado llegó apenas cuatro días después del atentado, el de un hombre indio de Arizona. Aparecieron también los discursos del expresidente Bush para justificar invasiones en países de Asia. Afganistán primero, con el objetivo de buscar a Osama bin Laden y a Al Qaeda, la organización que comandaba. Irak después, con la supuesta búsqueda de unas armas inexistentes. Un proyecto de Brown University sostiene que el costo humano de las guerras en Medio Oriente que vinieron después del 9 de septiembre de 2001 alcanza las 929.000 víctimas.
¿Cómo fue el ataque?
Eran diecinueve terroristas, divididos en tres equipos de cinco y otro de cuatro, todos árabes. Había entre ellos cuatro con habilidades para pilotar aviones. Habían hecho cursos de vuelo en Estados Unidos, y los habían aprobado. No tenían demasiada práctica en aterrizajes. No les interesaba aterrizar.
A la cabeza del pequeño ejército estuvo Mohamed el-Amir Awad el-Sayed Atta, que pasó a la historia del terror como Atta: tenía treinta y tres años y era el mayor de los diecinueve terroristas con edades entre los veintiuno y los veintiocho años.
«Operación Aviones»: el plan detrás del 11 de septiembre
Hoy, Estados Unidos y el mundo recuerdan el vigésimo segundo aniversario de los trágicos ataques del 11 de septiembre de 2001, conocidos bajo el nombre en clave «Operación Aviones». Estos actos terroristas, planeados por el paquistaní Jalid Sheij Mohamed, marcaron un punto de inflexión en la historia contemporánea.
En aquel día, secuestradores tomaron el control de aviones comerciales, convirtiéndolos en armas letales que se estrellaron contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington, D.C. Casi tres mil personas perdieron la vida en estos ataques.
A pesar de la reticencia inicial de Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, estos actos de violencia sin precedentes desencadenaron una serie de eventos que transformaron la política mundial.
(Fuente: Ámbito, La Nación, France24)