El Servicio de Hidrografía Naval (SHN) anticipó que este año, en Argentina, el equinoccio de primavera sucederá el 23 de septiembre a las 03:50 horas. Este hecho marcará el inicio de la primavera en el hemisferio sur, mientras que en el hemisferio norte dará luz al otoño.
Cuando sea que comience, la estación se asocia desde tiempos memoriales con la juventud, la belleza, la resurrección y el florecimiento, la primavera fue celebrada por artistas como Sandro Botticelli, Vincent Van Gogh, Alfred Sisley, Fernando Fader y Aniko Szabó. En la literatura, que suele derribar mitos e ideas establecidas sobre el mundo, la estación del año más idealizada se inviste de aspectos inesperados, contradictorios e incluso oscuros. Revueltas populares, fantasías bélicas, dramas domésticos y personales pueden sobrevenir con la llegada de la primavera.
La celebración del Día del Estudiante coincide en la Argentina con el inicio de la primavera. La fecha fue establecida en 1902 por Salvador Debenedetti, por entonces un joven presidente (tenía dieciocho años) del centro de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El motivo de elección de esa fecha, sin embargo, es un poco espeluznante, porque evoca la llegada del cuerpo sin vida de Domingo Faustino Sarmiento a Buenos Aires después de una serie de ritos fúnebres, el 21 de septiembre de 1888. Sarmiento había fallecido diez días antes en Asunción del Paraguay. Pocos años después, otras instituciones educativas adoptaron el 21 de septiembre para festejar el Día de los Estudiantes y, por último, la fecha se nacionalizó.
“Lo que la primavera hace con los cerezos”: el amor como inspiración creadora
La literatura a lo largo de su historia ha retomado dos grandes temas: el amor y la muerte. Múltiples títulos dan cuenta de grandes reflexiones, historias y hasta cuentos sobre estas obsesiones humanas.
La periodista española Marta Robles, en su libro “Lo que la primavera hace con los cerezos” presentado en la primavera pasada, entrega un texto que recorre historias de amor, desamor y pérdida como las grandes creaciones en su sentido más profundo. Una novela, que se nutre del ensayo para darle una nueva visión a uno de los temas más tradicionales de la humanidad.
Robles en este libro habla del amor que inspiró a Frida Kahlo, Mozart, Víctor Hugo, Marilyn Monroe y otras figuras de la historia.
“No soy de esos escritores que va buscando tema, yo soy una persona especialmente vulnerable, de corazonadas y presentimientos, que difícilmente se equivoca, principalmente por una razón, porque llevó toda la vida observando y escuchando, yo creo que observar es maravilloso y que cuando uno está escuchando al otro hace que esto se vuelva único”, aseguró la escritora en entrevista con RTVE.
El nombre de “Lo que la primavera hace con los cerezos”, explicó la autora, fue inspirado en un verso del Poema 14 de Pablo Neruda, incluido en “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, que dice: “Quiero hacer contigo, lo que la primavera hace con los cerezos”, una alegoría a sacar lo mejor de sí, florecer, a pesar de que el amor es tan efímero y se espera la llegada de la siguiente primavera. “Yo elegí ese poema porque es muy difícil amar bien, amamos muy mal”, dice la autora.
En este texto se incluyen fascinantes historias de amor y desamor de los más grandes creadores de todas las disciplinas: músicos, poetas, escritores, cineastas y hasta fotógrafos. Todas estas historias tienen picos y valles, dependiendo de las emociones que las acogen. Marta Robles toma al amor en su texto como el gran creador de todo, inclusive cuando se llega a percibir sus ausencias, sentir el tormentoso desamor o la pérdida del mismo. Las pasiones duran poco, casi el mismo tiempo de florecimiento de los cerezos.
“Una cosa es la pasión, y otra el amor. El amor puede durar más en el tiempo y la nostalgia por un amor puede durar toda la vida. A veces el buen amor es igual de inspirador que el amor que se inventan los artistas que le echan más fuego para intensificar su emoción para que esté en sus obras”, aseguró la autora en entrevista con Canal Sur.
La novelista hace referencia en “Lo que la primavera hace con los cerezos” a grandes teorías sobre los sentimientos, como la de Freud, quién aseguraba que la creación nacía de la pulsión sexual, y aunque el sexo y la pasión empujen a los creadores, lo hace mucho más el amor.
En las 544 páginas editadas bajo el sello editorial Espasa, la escritora explora la relación entre las emociones y la creación artística; muchas de las vidas que presenta este libro son tumultuosas y salpicadas de episodios tan intensos y destructivos, como detonantes principales de la creatividad.
En las páginas de este libro Robles habla del mito de Don Juan, de Tirso de Molina, Mozart, Byron y Moliere y como viven el amor como sus propios donjuanes, mientras que Frida Kahlo, Salgari, Artemisia Gentileschi, Victor Hugo, Marilyn Monroe, necesitan vivir el amor desde el tormento para obtener inspiración, habla también de los amores negros que requieren más intensidad y sacrificio como el de Hammet, o hasta los que se llegan a convertir en amores asesinos como los de Nancy Crampton y Anne Perry, entre otros personajes y diferentes espectros del amor.
Anteriormente, Marta Robles ya había publicado “Pasiones carnales” un título con base a la historia de grandes personalidades de la nobleza, reinas, reyes y poderosos que determinaron el curso de los acontecimientos históricos, un texto dedicado a demostrar los alcances del poder como formador de nuestro legado, —Las grandes decisiones no se toman ni en audiencias reales ni en despachos, sino en las distancias cortas — escribía robles en su anterior publicación; ahora en su nuevo libro la escritora española busca demostrarle al lector sin amor o sin amarnos la vida tiene un saber un poco más amargo.