Nos hemos acostumbrados a vivir en un país en el cual los excesos verbales y la sobrevaloración de lo poco bueno es frecuente en lo que leemos o escuchamos, tanto es así que no nos sorprende escuchar en un programa de televisión cuando se desacredita a otra persona por su condición física o social; la sorpresa sería transcurrir por un medio sin agraviar o hacer un juicio de valor sobre la persona y no sobre su desempeño laboral.
La época clásica nos entregó enormes filósofos como es el caso de Esopo, quien nos dejó la bella fábula del Pastor mentiroso, “Había una vez un joven pastor que todos los días llevaba a su rebaño a pastar. Como se aburría muchísimo, decidió bromear a los campesinos del lugar diciendo, ¡Que viene el lobo! ¡Auxilio! ¡Mis ovejas!, Los campesinos corrieron a ayudarle, pero no vieron ni rastro del lobo. El joven pastor rió a carcajadas, mientras los campesinos se alejaban muy enfadados. Una semana después, el pastor repitió la misma broma.
Hasta que un día, el pastor vio acercarse a un lobo. Aterrorizado, gritó pidiendo auxilio. Pero esta vez, los campesinos no le creyeron y el pastor se quedó sin su rebaño”.
Esta pintoresca fabula nos deja una moraleja sobre los mentirosos, y su implicancia en lo que podemos perder si no los reconocemos a tiempo. Cuán importante es reconocerlos en estos tiempos donde discutiremos quienes serán nuestros representantes y decidirán sobre el futuro de los argentinos los próximos cuatro años.
El viernes pasado resultó ser escenario de quizás el paro de transporte de pasajeros más importante de los últimos años, ya que durante el mismo el servicio se vio interrumpido por casi 24 hs en todo el país, dejando a la deriva a millones de usuarios.
En la oportunidad, en ocasión de inaugurarse una sección en la planta potabilizadora de agua de la provincia de Buenos Aires, el ministro de Economía y precandidato a presidente de Unión por la Patria (ex Frente de Todos), ex Frente Renovador, señaló a Faija y Zbikoski como responsables de este paro buscando restarle importancia al hecho y a su responsabilidad directa sobre lo sucedido. Cabe destacar también que el ministro de Transporte de la Nación que también forma parte de su gobierno y es parte de su espacio político.
No nos cabe dudas de que las empresas son responsables de no proveer el servicio, sin embargo, el Estado es el primer responsable de que millones de pasajeros no hayan podido acudir a sus responsabilidades, puesto que además de ser quien ofrece los cientos de subsidios al sistema de transporte es quien debe regular a las empresas y bajo un estricto control evitar estas acciones de fuerza garantizando el correcto funcionamiento de los servicios.
Esopo nos dice que nadie creerá en el mentiroso aunque esté diciendo la verdad, ahora nos queda esperar que dirá el pueblo argentino sobre Sergio Massa en las elecciones de las PASO.